Relaciones y conflictos laborales: Nuevas dinámicas que afrontar
Business Empresarial.- Estamos por entrar al último trimestre del 2022 con una enorme sensación de retroceso e incertidumbre en el ámbito laboral. Hemos sido testigos de la creación de normas que, lejos de atraer inversión y propiciar empleabilidad laboral, han generado un marco aún más riguroso, poco práctico y con mayor sobrecosto para los ya golpeados empleadores formales.
Entre estas podemos mencionar el DS que modificó el Reglamento de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo; la reciente Ley del Teletrabajo que plantea nuevos costos y responsabilidades para el empleador y la norma que prohíbe la tercerización laboral para actividades del núcleo del negocio, la cual cuenta a la fecha con cientos de denuncias que cuestionan su legalidad y razonabilidad.
Todo lo mencionado, sumado a la inflación, la enorme crisis política y de gobernabilidad, tendrá una serie de efectos nocivos sobre las relaciones laborales y sobre la decisión de las empresas de contratar personal o, incluso, al momento de intentar formalizarse.
Más allá de este perjudicial contexto creado por normas promulgadas principalmente por el Ejecutivo, otros cambios producidos en los últimos años en la normativa laboral advierten un importante giro en la dinámica de las relaciones laborales entre empleadores y trabajadores, que exige hoy a la empresa estar más atenta y cuidadosa que nunca.
La prevalencia de los derechos individuales de los trabajadores, sobre todo los referidos a derechos fundamentales (igualdad, no discriminación, daño moral, entre otros), ha traído un escenario de nuevas responsabilidades que los empleadores deberán evaluar minuciosamente antes de decidir expandirse y contratar más personal. Su preocupación ahora recae no solo en evitar transgredir los derechos laborales más clásicos sino también aquellos que afectan a la dimensión más subjetiva de los trabajadores.
De otro lado, no podemos dejar de lado el gran impacto que ha tenido la digitalización sobre las relaciones laborales. La digitalización del trabajo, que guarda como propósito principal la obtención de determinados objetivos por parte del trabajador dentro de un plazo establecido, ha dejado en un segundo plano lo relevante de la presencia y de la integración laboral en el lugar del trabajo. De suma relevancia en este punto es el cambio que generado en la concepción de la seguridad y salud en el trabajo, la cual solía estar enfocada en los peligros físicos del trabajo presencial para desplazarse a los riesgos psicosociales derivados del teletrabajo. Por ejemplo, la nueva Ley del Teletrabajo establece que el empleador deberá evaluar los riesgos y peligros del lugar de trabajo e implementar las medidas correctivas, así como capacitaciones para el trabajador en esta materia.
Estamos, sin duda, frente a un cambio importante en la dinámica de las relaciones laborales tradicionales en el Perú; frente a nuevos retos y escenarios a los que debemos estar atentos para adaptarnos de la forma más eficiente.
Solo generando políticas y marcos normativos laborales menos cotosos y menos rigurosos tendremos un crecimiento importante y constante en la empleabilidad. Mientras tanto, debemos estar preparados para los nuevos retos en la dinámica de las relaciones laborales y para asumir los conflictos novedosos que surjan como respuesta a ellos.
