Más allá del discurso: ¿Cómo impulsamos la igualdad de género en el entorno laboral?
Escribe: Maria Gabriela Herrera, Directora Senior de Recursos Humanos de Mondelēz International para la región WACAM.

Business Empresarial.- Cada 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se refuerza el compromiso global con la equidad de género. Sin embargo, más allá de la conmemoración, la verdadera pregunta es: ¿cómo garantizamos que la equidad de género sea una realidad en el día a día de nuestras organizaciones?
La diversidad y la inclusión no pueden quedarse en valores abstractos; deben traducirse en medidas concretas que impacten positivamente a nuestros colaboradores. El objetivo es ir más allá del discurso y generar cambios reales.
Cerrando brechas: de la intención a la acción
Un aspecto clave en la equidad laboral es la igualdad de condiciones salariales. Para ello, es preciso alcanzar la paridad salarial a nivel global, reconociendo el expertise, los conocimientos y la trayectoria de cada colaborador, de acuerdo con el rango ocupado. Sin embargo, la equidad no se limita solo al salario; extender la licencia de maternidad y paternidad es otra medida que permitiría redistribuir las responsabilidades de cuidado y contribuir a un entorno laboral más equitativo para las mujeres.
Flexibilidad como clave para la retención de talento
El equilibrio entre la vida personal y profesional sigue siendo un desafío, especialmente para muchas mujeres. La implementación de horarios flexibles, trabajo híbrido y programas de bienestar son acciones que permiten reducir la rotación voluntaria. En Mondelēz International esta medida permitió bajar la rotación al 5,7% en 2024. Más allá de mejorar la calidad de vida de los colaboradores, esta flexibilidad permite retener al mejor talento y fomentar una cultura organizacional donde las personas puedan desarrollarse plenamente, tanto dentro como fuera del trabajo. Esto implica también adaptarse a las nuevas prioridades de las generaciones, entendiendo que el bienestar y la autonomía son claves para construir un entorno más sostenible y productivo.
Más allá de nuestra organización: promoviendo un impacto sostenible
La responsabilidad con la equidad de género no termina en las oficinas. Por ejemplo, en el rubro en el que nos encontramos, implementar una cadena de valor que apoye prácticas equitativas en comunidades y proveedores, permite crear estándares más inclusivos en toda la industria.
La equidad de género no es solo un ideal, sino una estrategia empresarial inteligente. Cuando las mujeres tienen las mismas oportunidades de crecer, las empresas se fortalecen y la sociedad avanza. Este 8 de marzo, más que hacer un llamado a la reflexión, hacemos una invitación a la acción: ¿qué más podemos hacer, como líderes y empresas, para seguir impulsando la equidad de género todos los días?