Economía & Negocios

Científicos universitarios logran descontaminar agua y limpiarla de aceites de cocina usando hongos peruanos

Business Empresarial.- En nuestro país, y el mundo, uno de los principales problemas ambientales es la contaminación del agua, provocada por residuos industriales, residuos relacionados al petróleo y las aguas residuales provenientes del uso casero y diario de las personas. En este último punto se encuentra una acción doméstica muy grave con consecuencias irreversibles: los aceites usados de cocina que son desechados por la cañería.

Si bien esta problemática requiere de diversas acciones, que incluyan la capacitación y educación de las personas frente a este hábito tan cotidiano, un estudio desarrollado por los hermanos Marcia y Jeel Moya-Salazar, estudiantes de la Universidad Norbert Wiener, ha abierto puertas a soluciones concretas para hacer frente a esta situación.

Dicho estudio ha demostrado la capacidad de los hongos, obtenidos de efluentes industriales de aceite de palma de la Amazonía peruana, para degradar aceites usados de cocina. En colaboración con otros centros latinoamericanos de investigación, este equipo peruano ha descubierto en ensayos de laboratorio la capacidad de degradar estos aceites en ocho días.

“Se han utilizado tres especies de hongos peruanos: Penicilium, Aspergillus y Amorphoteca; y todos han demostrado degradar los aceites aproximadamente al octavo día de experimento, pero si se utilizan los tres a la vez los resultados mejoran y son más eficientes”, señala Marcia Moya-Salazar, estudiante de quinto año de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Norbert Wiener.

La investigación transcurrió en un período de cuatro años y fue liderada por Jeel Moya-Salazar, estudiante de medicina de la Universidad, y en coordinación y asesoría de líderes en biotecnologías nacionales e internacionales. Asimismo, los resultados fueron publicados en la Revista Internacional de Contaminación Ambiental de México, uno de los principales medios de difusión de investigaciones en ese país.

 “Ahora debemos ampliar el estudio y realizar la tan necesaria transferencia tecnológica para poder desarrollar centros de procesamiento de residuos de aceites usados de cocina en la universidad Norbert Wiener, con ayuda de entidades gubernamentales, en bienestar de la salud ambiental global”, indica Jeel Moya-Salazar.

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