Aniversario de Lima: ¿Qué requiere la capital para convertirse en una ciudad inteligente y digital?
Business Empresarial.- A pocos días de las celebraciones por el aniversario de la ciudad de Lima, en medio de una complicada coyuntura producto de la crisis sanitaria, la digitalización y sus tecnologías han sido fundamentales para sobrellevar el distanciamiento social y aplicar protocolos sanitarios. En este contexto, es válido preguntarse: ¿Qué requiere Lima para convertirse en una ciudad más inteligente y digital?
De acuerdo con Álvaro Castro, Digital Champion Leader & Control System Line Manager de ABB en Perú, en la actualidad, existen importantes avances relacionados con el concepto digital de Smart City. “Hay algunos distritos de la ciudad que están innovando al haber implementado, por ejemplo, bibliotecas virtuales e internet en parques y espacios públicos. Además, se ha facilitado el pago impuestos a través de aplicaciones o páginas web. Evidentemente, hay un largo camino por recorrer”, dice el especialista de ABB en Perú. Para Castro, además, también hubo un avance producto de la pandemia, ya que las empresas han invertido más en trabajo remoto, canales de venta online y en tecnologías que les permitan monitorear sus operaciones a distancia.
No obstante, para tener una Lima mucho más digitalizada, Castro señala que el primer gran paso es que la mayoría de los ciudadanos de la capital se conecten a Internet. De hecho, el espacio de mejora en este punto es amplio. Según indicó el Instituto Nacional de Estadística e Informática en 2019, solo 52,9% de los hogares limeños tenían acceso a el. “Creo que deberíamos ver formas innovadoras para hacer que Internet llegue a las zonas más remotas de la capital, tal vez con proyectos comunales. También sería importante entregar equipos de bajo costo a los ciudadanos de esas zonas a fin de que su conectividad sea garantizada”, dice Castro.
“Lima necesita digitalizar y tener mucho más integrados todos los sistemas. Por ejemplo, en el sistema de salud, durante las emergencias, las ambulancias deberían tener una ruta preestablecida para llegar a un punto de destino vía semáforos inteligentes. Sería posible habilitar toda la ruta en verde para que esta ambulancia pueda transitar sin problemas y llegue a su destino de manera rápida”, explica Castro.
Adicionalmente, Castro indica que en la ciudad deberían desarrollarse más áreas, como telemedicina, masificación de citas médicas a través de aplicaciones, seguridad ciudadana digitalizada, laboratorios virtuales, etc.
Asimismo, según Castro, otro punto importante para este proceso es usar las tecnologías digitales en el transporte de la ciudad. “Deberíamos contar, por ejemplo, con una aplicación que ordene la información del servicio público de transporte e indique en cuanto tiempo arribará el próximo bus de cada una de las líneas. Esta misma aplicación debería indicar si hay tráfico y detallarnos la ubicación de cada de los buses y trenes”, comenta.
El especialista de ABB en Perú señala, finalmente, que la digitalización de Lima no solo sería clave para el transporte, la seguridad y la salud. Castro considera también que este proceso ayudaría a recuperar áreas verdes de la ciudad. “Una ciudad más digital y eficiente puede priorizar la plantación de árboles y la construcción de parques”, indica el ejecutivo.
Empresas e industrias
Las empresas e industrias son el motor económico de una ciudad como Lima. En ese sentido, Castro señala que para que la tecnología llegue a todos los sectores empresariales de la capital (pequeña y microempresa), como sucede en las ciudades inteligentes, existen algunas soluciones.
La primera es contar con “consultores tecnológicos” que ayuden a las mypes y pymes. “Es decir, crear una relación entre las empresas de tecnología y las empresas tradicionales que les permita a este último grupo introducir tecnología en sus operaciones para mejorar su producción. Esto debe impulsarse desde el lado privado”, dice. La segunda solución que propone Castro es que el Gobierno sirva como garante y promueva un vínculo entre las empresas tradicionales y las compañías de tecnología a fin de que estas últimas ayuden a las primeras a mejorar su eficiencia y reducir sus riesgos mediante la digitalización.