A US$ 400 millones ascienden los sobrecostos regulatorios en el mercado peruano de telecomunicaciones

Dichos sobrecostos han generado pérdida en la eficiencia social que se traduce en menor cantidad de servicios ofrecidos y mayor precio para el consumidor y ponen en riesgo la sostenibilidad del sector.
Business Empresarial.- Los sobrecostos regulatorios serían la principal causa del deterioro de los márgenes de las empresas de telecomunicaciones en el mercado peruano. Así, el Ebitda[1] de las cuatro operadoras más grandes en el país disminuyó de 23% en 2014 a 11% en 2018, de acuerdo a un estudio desarrollo por APOYO Consultoría, señaló la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN).
Solo un grupo de normas han significado sobrecostos regulatorios de US$400 millones entre el 2013 y 2018, revela el estudio. Este hecho pone en riesgo la sostenibilidad de la industria y se incrementa en pleno proceso de transformación digital que ocurre en el mundo entero. Se requiere adecuar, actualizar y simplificar las regulaciones de telecomunicaciones en el mercado peruano; de lo contrario será muy difícil promover nuevas inversiones y se corre el riesgo que nuestro país quede rezagado en el proceso global de transformación digital.
La industria además requiere de señales claras de predictibilidad para el futuro, como es el caso de las renovaciones de contratos de concesión, aspecto fundamental para tomar las decisiones de inversión El estudio señala que la normativa actual castiga el número de infracciones sobre la evaluación de la solicitud de renovación de la concesión. Esta medida, desincentiva las inversiones por la incertidumbre, generando que éstas se vean reducidas hasta en 67% y afecta el desarrollo del servicio.
Normas no razonables
El estudio concluye que esta excesiva regulación reduce el retorno de las inversiones, incentiva su disminución, repercute en un mayor precio del servicio a los consumidores y pone en peligro la sostenibilidad de la industria.
En los últimos años, el número de normas vigentes ha aumentado, mientras que la concentración del mercado ha disminuido. Ello es un primer indicio que el sector está sobrerregulado. Hay normas de Osiptel que han cambiado hasta tres veces en un mismo año (como es el caso de Condiciones de Uso y el Reglamento de Portabilidad) o con periodicidades de uno o dos años. Además, existen disposiciones cuyo origen proviene de la regulación emitida por otras entidades como el Ministerio del Interior que afectan al sector de telecomunicaciones. El estudio llama a esto “inflación regulatoria”.
“Existen normas regulatorias sin razonabilidad tales como la verificación de huella biométrica para la venta y reposición de líneas móviles y para la recuperación de líneas robadas, que han incrementado los costos fijos debido a la implementación del sistema en cada local, así como los costos variables por la tasa que deben pagar a RENIEC por cada intento de consulta biométrica antes de efectuar la venta o recuperación de una línea. Lo mismo ocurre con el mantenimiento de Teléfonos de Uso Público en zonas rurales que ya cuentan con cobertura móvil, que se encuentren en desuso debido a la mayor comodidad y menores tarifas que ofrece el servicio móvil”, señala Leonie Roca, presidenta de AFIN.
Adicionalmente a estos sobrecostos, “hay que precisar que las operadoras pagan el 2% de sus ingresos brutos como tasa de aporte por regulación a Osiptel, FITEL (ahora Pronatel) y MTC, los cuales no llegan a ejecutar todo lo recaudado”, enfatiza en análisis desarrollado por APOYO Consultoría. Esto sin contar con todas las obligaciones tributarias de impuesto a la renta, IGV, ISC y demás conceptos.
Estas normas han tenido un efecto de hasta un 26% adicional en los precios del servicio entre el 2013 y el 2018.
No hay sobreinversión en el mercado
Otro de los puntos que recoge el análisis es el relacionado con las inversiones en el mercado. Se señala que si bien ha mostrado una tendencia positiva; dichos aumentos no han sido suficientes para cerrar la brecha de infraestructura. En ese sentido, y tomando en cuenta la evidencia de compartición de infraestructura entre las empresas del sector, no es posible hablar de una sobreinversión en la industria.
Algunas recomendaciones para el sector
En opinión de AFIN, los sobrecostos generados por la regulación “hacen difícil avanzar en el cierre de la brecha digital en el Perú y otros países nos seguirán llevando ventaja”.
Frente a este contexto, se plantean algunas recomendaciones que AFIN expone:
- Discusión interna. Generar un proceso de discusión interna conel Osiptel, el MTC, entre otros que simplifique y elimine regulaciones que afectan al sector. Asimismo, derogar algunas regulaciones vigentes tal como se realiza con éxito en diversos países de la OCDE.
- Evaluar aportes. El nivel de aportes realizado por las empresas operadoras parece ser excesivo, por lo que se recomienda evaluar las tasas actuales, de tal manera que el aporte al sector por abonado móvil se encuentre alineado con el benchmark de reguladores comparables.
- Evaluación de impacto regulatorio. Es necesario establecer mecanismos para que las empresas participen en el diseño y evaluación de estas disposiciones de manera activa con ideas y proveyendo información que ayude a evaluar el impacto de manera ex ante y ex post para evitar una situación de inflación regulatoria como la actual. .
- Unificar el criterio de sanciones del Osiptel. Es necesario que el Osiptel trabaje en un reglamento unificado de infracciones y sanciones que asegure la consistencia de su rol sancionador.
- Reformular el rol de intervención del Osiptel y del MTC frente a las necesidades que provienen de la economía digital.
[1] El EBITDA (Earnings Before Interest, Taxes, Drepreciation and Amortization) es uno de los indicadores financieros más conocidos y empleados para llevar a cabo los análisis de rentabilidad de una empresa a fin de obtener una medida aproximada de la operatividad de la misma. Es decir, tener el conocimiento real de lo que se está ganando o perdiendo en el negocio.