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Los efectos del alcohol en el feto y la incidencia del té verde, esto descubrieron investigadores

Un estudio realizado con ratones apunta por primera vez a los beneficios del EGCG para atenuar el daño cardíaco derivado de la exposición prenatal al alcohol. La epigalocatequina 3-galato (EGCG) es un antioxidante natural que deriva del té verde y cuyas propiedades ayudan a tratar afecciones derivadas de la exposición prenatal a alcohol.

Business Empresarial.- El Dr. Vicente Andreu Fernández y la Dra. Elisabet Navarro Tapia, docentes de la Universidad Internacional de Valencia – VIU, han desarrollado en colaboración con el Grup de Recerca Infància i Entorn (GRIE) del Hospital Clínic de Barcelona el primer estudio que demuestra los beneficios de la epigalocatequina 3-galato (EGCG), un antioxidante natural derivado del té verde, para atenuar las afecciones cardíacas producidas a consecuencia de la exposición prenatal al alcohol.

El consumo de bebidas alcohólicas durante el embarazo afecta negativamente a la salud del feto en su desarrollo y puede producir alguno de los trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF), los cuales agrupan un rango amplio de anomalías físicas, mentales, conductuales y cognitivas. La más grave de estas afecciones es el síndrome alcohólico fetal (SAF) que se caracteriza por dismorfología facial, restricción del crecimiento, anomalías del sistema nervioso central durante el desarrollo fetal y malformaciones congénitas, incluidos los defectos cardíacos.

Durante tres años, los investigadores han analizado la presencia de alteraciones cardíacas en un modelo de ratón para los trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF) estudiando los beneficios del tratamiento con EGCG para atenuar el daño cardíaco producido por la exposición prenatal al alcohol. Los resultados muestran cómo este antioxidante natural revierte parcialmente algunos de los daños y recupera la función cardíaca alterada por la exposición a alcohol.

La gravedad del daño fetal debido a la exposición prenatal al alcohol depende de la dosis y cantidad de alcohol consumido, la etapa del embarazo, el estado nutricional de la futura madre y los antecedentes genéticos maternos y fetales.

Para este estudio, las ratonas gestantes recibieron dosis de alcohol de acuerdo a un patrón de consumo humano agudo tipo atracón, así como a un patrón moderado continuado (crónico). El patrón de consumo tipo atracón durante el embarazo está directamente asociado con una mayor probabilidad de SAF en la descendencia. El patrón de consumo moderado, más frecuente en países mediterráneos, (ingestas moderadas generalmente durante las comidas) manifiesta una prevalencia menor de SAF, la forma más grave de TEAF, pero puede estar relacionado con los fenotipos intermedios de TEAF.

Después del parto, los grupos de tratamiento recibieron EGCG en dosis equivalente a su ingesta segura en humanos. La investigación apunta a que ambos patrones de consumo durante el desarrollo fetal pueden causar alteraciones cardiacas, un daño irreparable que persiste en la edad adulta. Sin embargo, la función cardíaca en ratones adultos jóvenes expuestos prenatalmente recupera parcialmente sus niveles fisiológicos con la administración posnatal de EGCG, particularmente en ratones expuestos al patrón moderado cuyas consecuencias son menos severas que en el patrón agudo.

Este estudio demuestra por primera vez que la administración posnatal de EGCG al recién nacido durante la infancia y la adolescencia puede mejorar la función cardiaca y actuar sobre el daño generado por la exposición prenatal a alcohol siguiendo patrones de consumo moderados o tipo atracón, demostrando también que cualquier consumo de alcohol durante el embarazo puede tener graves consecuencias para el feto en desarrollo.

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