Desaceleración en la costa y dinamismo en la sierra: Así cambió el progreso social del Perú en el 2025
Moquegua y Arequipa siguen en los primeros lugares, pero con retrocesos. El promedio nacional cayó en 0,4 puntos, reflejando la desaceleración del progreso social por la inercia política y la inseguridad. El año 2025 presenta un panorama reconfigurado en el Índice de Progreso Social Regional, como Huancavelica, Ayacucho y Apurímac, que muestran progresos notables gracias a mejoras estructurales en dimensiones clave.

Business Empresarial.- El Índice de Progreso Social Regional del Perú (IPSRP) 2025, elaborado por Centrum PUCP, escuela de negocios de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), en alianza con la organización estadounidense Social Progress Imperative, revela un punto de inflexión crítico en el desarrollo social del país. En un contexto de debilitamiento institucional estatal y demandas sociales incrementales, el informe muestra un relentizamiento en el modelo de desarrollo social en las regiones costeras líderes y la emergencia de nuevos focos de dinamismo en la sierra andina sur, alterando por primera vez el mapa tradicional del progreso social en el Perú.
Los principales avances del último año se concentraron en el fortalecimiento del capital humano. De acuerdo con el Ministerio de Educación, se destaca el aumento de 4.3% en la asistencia a la educación superior (80.8%) y en 3.2% el número de graduados universitarios (22.9%), lo que refleja un mayor acceso a formación profesional y mejores oportunidades de movilidad social. Este progreso tuvo también un impacto positivo en la equidad de género, dado que creció en 1.5% la participación de mujeres con educación superior (39.7%), ampliando su rol en el desarrollo social y económico del país.
En paralelo, se registraron mejoras en la inclusión digital y la calidad de vida, con un incremento notable de 3.7% en el acceso a internet en hogares rurales, que conecta a las poblaciones más rezagadas y reduce brechas históricas. Asimismo, en el ámbito social, según INEI, se evidenció una reducción del 1.5% de la violencia contra la mujer (25.5%), reflejando avances hacia una sociedad más inclusiva y democrática.
Sin embargo, los resultados de este año confirman una tendencia inesperada: el estancamiento del progreso social en aquellas regiones que históricamente han liderado el ranking nacional. Moquegua y Arequipa continúan liderando el desempeño regional. Sin embargo, ambas muestran un leve retroceso que evidencia la dificultad de sostener mejoras sostenidas. El desafío ahora no es solo mantener su posición, sino lograr el impulso estructural que les permita finalmente superar el nivel Medio Bajo de progreso social, donde se mantienen estancadas desde hace varios años.
A pesar de un avance modesto en el promedio nacional, el panorama es desafiante si se considera que ninguna de las 24 regiones alcanza el nivel “Medio Alto”, y que 22 de ellas permanecen concentradas en el rango de “Medio Bajo”. Este desempeño revela cómo la inercia política, la informalidad y la inseguridad ciudadana han limitado la capacidad de las regiones para sostener mejoras estructurales.
«En este año 2025, los resultados del índice de progreso social de las regiones marcan una tendencia hacia un estancamiento: las regiones líderes de la costa perdieron terreno en comparación con las regiones de la sierra sur. ¿Será que estamos viendo señales de agotamiento en el modelo de desarrollo social de estas regiones, debido a que son más sensibles a las políticas públicas nacionales y más vulnerables a los shocks externos?”, señaló el profesor Ruben Guevara, director general de Centrum PUCP. «En contraste, vemos un dinamismo esperanzador en regiones andinas como Huancavelica, Ayacucho y Apurímac, que comienzan a aparecer como los nuevos motores de progreso social. Es probable que las intervenciones focalizadas bien diseñadas estén acortando las brechas históricas existentes en el progreso social entre la costa y la sierra».
Resultados por Dimensiones
El Índice de Progreso Social Regional del Perú elaborado por Centrum PUCP, en alianza con la organización estadounidense Social Progress Imperative, tiene tres dimensiones. A continuación, se muestran los resultados en este Índice obtenidos este año
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Necesidades Humanas Básicas
Esta dimensión, que mide el estado de la nutrición, el acceso al agua, vivienda y seguridad, muestra un retroceso a nivel nacional. El liderazgo pasa a la costa central, con Callao (77.2 puntos) y Lima Metropolitana (76.8 puntos) a la cabeza. Sin embargo, este cambio ocurre en un marco de desgaste generalizado, donde las regiones líderes luchan por mantener la calidad de sus servicios básicos, sobre todo en seguridad. En el otro extremo, Puno (53.9 puntos) y Huancavelica (54.8 puntos) permanecen ancladas en un nivel «Bajo», reflejando una profunda fractura social. En conclusión, esta dimensión sigue mostrando una desigualdad persistente entre la costa y la sierra.
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Fundamentos del Bienestar
Esta dimensión evalúa el acceso a la educación, la información, y la sostenibilidad ambiental. Este año se mantienen en la cima las regiones de la sierra: Huancavelica (59.4 puntos), Pasco (58.3 puntos) y Apurímac (57.1 puntos). Este avance se debe a mejoras efectivas en educación y acceso a la información. En un alarmante contraste, Lima Metropolitana (44.6 puntos) y Lima Provincias (44.3 puntos) se ubican en los últimos lugares, revelando una grave desconexión entre su poder económico y su capacidad para proveer bienestar a sus ciudadanos. Hasta el 2023, Tacna se ubicaba entre los primeros lugares del ranking; sin embargo, para el 2025 ha descendido hasta el puesto 9, evidenciando un retroceso significativo en su desempeño. Este cambio contrasta con la dinámica observada en la sierra central, donde tres de sus regiones lideran la dimensión este año. Este resultado constituye una señal alentadora, pues indica que la brecha histórica de progreso social entre la sierra central y otras zonas del país comienza a cerrarse.
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Oportunidades
Esta dimensión evalúa factores vinculados a los derechos personales, la libertad de elección, la tolerancia e inclusión y el acceso a la educación superior. En 2025, Moquegua (66.6 puntos) se mantiene como líder y destaca por ser la única región del país que alcanza el nivel “Medio Alto”. Sin embargo, el panorama general es menos alentador: 23 de las 24 regiones permanecen estancadas en los niveles “Medio Bajo” o “Bajo”, lo que evidencia un progreso limitado en esta dimensión.
Las debilidades persistentes en componentes como el ejercicio efectivo de los derechos personales y la inclusión social funcionan como un verdadero cuello de botella que restringe la movilidad social y reduce el potencial de la ciudadanía. En la práctica, esta falta de oportunidades opera como una pendiente empinada que ralentiza el desarrollo humano y limita la capacidad del país para avanzar hacia mayores niveles de bienestar.
Es decir, los resultados del Índice advierten que, si no se superan estas barreras, la escasez de oportunidades puede convertirse en un obstáculo estructural para el presente y el futuro del desarrollo nacional.
Una Década de Progreso: Impulsores y Detractores (2016-2025)
El análisis del progreso social regional en la última década revela una reconfiguración del progreso social en el Perú, con avances en algunas áreas, tales como el acceso a la educación superior y el acceso a la información y telecomunicaciones. Pero también ha habido retrocesos alarmantes en seguridad ciudadana y en la sostenibilidad ambiental.
La llamada “paradoja de Lima” es un hecho que no puede pasar desapercibido: pese a concentrar la mayor actividad económica del país, la capital figura entre los últimos lugares en la dimensión de Fundamentos de Bienestar. Este contraste evidencia la profunda desconexión entre crecimiento económico y calidad de vida, y constituye un urgente llamado de atención al Estado, al sector privado y a la sociedad civil. Si en las principales ciudades los niveles de bienestar resultan tan bajos, es razonable suponer que en amplias zonas rurales la situación podría ser aún más crítica. En este contexto, es imprescindible recordar que la calidad de vida no es un resultado secundario del crecimiento, sino un requisito central para alcanzar un desarrollo sostenible, inclusivo y con visión de largo plazo”, acotó Guevara.
Además, Ruben Guevara señala que los resultados del Índice deben leerse como una advertencia: indican que el país necesita replantear sus estrategias de crecimiento e inclusión social. Entre otras medidas es necesario fortalecer la seguridad ciudadana, garantizar la estabilidad y fortaleza institucional y asegurar que políticas públicas y marcos legales predecibles y estables sean condiciones mínimas para que la inversión privada florezca y se traduzca en bienestar. En ese sentido, el reto es avanzar hacia un modelo de desarrollo sostenible centrado en las personas, capaz de articular un sector privado dinámico con un Estado facilitador, en donde prime el interés nacional. Solo así el progreso socioeconómico podrá convertirse en una realidad compartida por todos los peruanos, sin distinción de región, edad o condición social.
Sobre el Índice de Progreso Social Regional del Perú (IPSRP)
El Índice de Progreso Social Regional del Perú (IPSRP) forma parte de las investigaciones desarrolladas por Centrum PUCP desde el ámbito académico, con el propósito de evaluar la situación del progreso social en el país. Su objetivo es ofrecer resultados confiables que permitan un análisis profundo de los temas clave vinculados al desarrollo humano y social. De esta manera, el IPSRP se convierte en una herramienta que orienta la toma de decisiones hacia la construcción de un mayor progreso social, analizado y aplicado desde una perspectiva regional.
Este estudio, en su edición 2025, es elaborado a partir de una investigación exhaustiva que está basada en un modelo holístico, el cual incluye 52 indicadores sociales y ambientales, en total, permitiendo medir los aspectos más importantes para la calidad de vida de las personas en tres dimensiones: (a) Necesidades Básicas Humanas, (b) Fundamentos del bienestar y (c) Oportunidades.
Por ello, el Índice de Progreso Social Regional del Perú (IPSRP) se consolida como una herramienta esencial para la toma de decisiones, útil tanto para el sector público como para el sector privado en los niveles local, provincial, regional y nacional. Sus resultados no solo permiten identificar las brechas y avances en materia de bienestar, sino que también orientan la formulación de programas, proyectos e inversiones públicas, así como la implementación de políticas públicas más efectivas.
De este modo, el IPSRP cumple un rol estratégico al promover acciones orientadas a incrementar el progreso social en las 24 regiones del país, incluyendo Lima Metropolitana y el Callao, aportando evidencia rigurosa para diseñar intervenciones que respondan a las necesidades reales de la población y contribuyan a un desarrollo más inclusivo y sostenible.
Finalmente, con este Índice, Centrum PUCP reafirma su compromiso con el Perú y con la sociedad en general, de entregar información fidedigna y de seguir realizando investigaciones que busquen el incremento de la competitividad y del progreso social del Perú, evaluado desde una mirada regional.




