Artículo de la Semana

Reputación para no especialistas

Business Empresarial.- A menudo, hemos escuchado o nos han hablado acerca de la reputación empresarial como un status al que podemos llegar luego de mucho trabajo, pero no siempre logrando comprender que la imagen se construye también con el aporte de todos, todos los días y que esto seguirá siendo así en adelante.

Por estos y otros motivos, comparto este breve artículo que está dirigido a profesionales que no trabajan en un área de comunicación externa o corporativa, reputación, imagen institucional, relaciones públicas, etc. Para ayudarlos a entender un poco más acerca de este activo intangible –que se construye con el transcurrir de tiempo, pero que lo puedes perder de vista en un abrir y cerrar de ojos– así como otros equipos nos brindan su apoyo para comprender el funcionamiento del área legal de una cementera, el de operaciones de una planta energética, el equipo que maneja grandes clientes de corporación de hidrocarburos, o de compliance de un banco, es nuestra responsabilidad ayudar a comprender cómo podemos sumar esfuerzos para lograr sus objetivos desde nuestra posición y contribuir con nosotros mismos para derribar nuestras propias fakenews.

En esta ocasión nos centraremos en una pieza clave de una empresa, tú.

Es importante difundir los logros de cada año, los beneficios para tus clientes y/o los proyectos a futuro, pero no necesariamente somos conscientes que nuestros colaboradores también son embajadores de nuestra marca.

La reputación se construye desde adentro y nos convierte a partir del primer día de trabajo en un potencial embajador que llevará la marca a donde quiera que vaya. En un mundo más interconectado cada día, nuestro comportamiento no es ajeno al que tenemos en nuestro rol diario en el trabajo, si quisiéramos un ejemplo, podríamos referirnos a la ética en el trabajo y a nuestra vida personal.

No puedo ser un excelente profesional en la oficina y fuera de ella vivir infringiendo las reglas de tránsito cuando voy a realizar las compras para el mercado. Este ejemplo no es ajeno al caso de un emprendedor, cuyo reto es aún mayor, sacar adelante su negocio y al mismo tiempo tener un buen comportamiento y relacionamiento con sus grupos de interés.

Somos dueños de nuestras acciones, lo sabemos, pero al formar parte de algo más grande como una organización, muchas de estas también se reflejarán como parte de la imagen que proyectamos de nuestro trabajo con nuestro círculo fuera del ámbito laboral, depende de cada uno si lo ve como una desventaja o vulnerabilidad, o prefiere tomarlo como una buena oportunidad de capitalizar esfuerzos por lograr un objetivo.

Si eres el líder de un negocio, el gerente o director general de una organización, mediana empresa o gran corporación, debemos empezar por aceptar este concepto y abrazar un cambio necesario y obligatorio, por citar otro ejemplo, desechemos la idea de no tener un perfil público en el que se pueda compartir opiniones y hacer una moderada promoción de tu trabajo, si no tienes presencia en este universo, no te conocerán y si ya lo tienes, protégelo y nútrelo de información, no lo abandones.

En el ámbito corporativo, si dentro de tu organización cuentas con un equipo especializado, no lo desaproveches, el/ella o los responsables de trabajar la reputación de una empresa son los asesores corporativos que tienen la responsabilidad de ayudar a las distintas áreas a gestionar una buena imagen, la que como sabemos o no, se proyectará hacia afuera, todos los días, a toda hora, será lo primero que verán tus clientes, proveedores, comunidad en la que operas o incluso la organización que regula tu sector.

La reputación de tu empresa se construye y la protegemos todos, el equipo de comunicación te puede dar las pautas y acompañamiento, pero las debemos interiorizar y poner en práctica.

Trata de ayudar a tus colaboradores a asimilar que ellos son la primera línea de atención, defensa y respuesta del día a día, pero que también son dignos representantes de la organización fuera de esta, indistintamente del área de la que formen parte, sus acciones serán causa y efecto.

Comunicacionalmente hablando, es suficiente con darnos cuenta que antes solamente conocíamos el rumor del boca a boca, los medios de comunicación tradicionales, hoy los acompañan las redes sociales, mañana tendremos un “metaverso”, somos seres que habitan en un solo lugar, pero nuestras acciones y opiniones atraviesan una infinidad de canales de interacción y comunicación inmediata. No lo olvidemos, la imagen se construye también con el aporte de todos, todos los días y que esto seguirá siendo así en adelante.

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