Economía & Negocios

¿Es hambre o es antojo?

Business Empresarial.- Muchos creemos que para llevar una dieta saludable debemos privarnos de algunos antojos, sin embargo estos no son malos. El problema llega cuando caemos en excesos y, ahora con el invierno cuando nos provocan comidas con más calorías, podemos ceder ante muchos de ellos a la hora de ir a hacer las compras.

Jenny García, nutricionista de SANNA Nutrición a Domicilio, explica que “el comer está relacionado con el cerebro”, y si bien los antojos pueden ser saciados, debemos tener control sobre ellos. “Una buena forma de comer es optar por antojos menos calóricos y más saludables que nos permitan cuidar nuestra salud por sobre todas las cosas, considerando que no todo lo que tenga etiqueta light es saludable”.

¿Qué es lo primero que debemos hacer?

Para empezar preguntarnos: ¿es hambre o es antojo? Si es antojo podemos tratar de mitigarlo tomando agua pero si es hambre, al ser fisiológico, se debe a que el cuerpo exige nutrientes para funcionar. “El combustible principal del cerebro es la glucosa y, en ocasiones, esta necesidad es por la ausencia de azúcares o carbohidratos saludables, vitaminas y minerales (potasio y el magnesio) por dietas muy estrictas y/o restrictivas”.

¿Si quiero algo dulce?

  • Mejor es lo natural: En este caso es mejor comer una fruta, de preferencia con su cáscara: manzana, pera, durazno y las fresas son excelentes. Si el antojo va más allá…puedes optar por un batido de fruta con leche baja en grasa y endulzarlo con una pizca de panela (tiene calorías) o stevia (cero calorías).
  • Por si quieres explotar tu lado culinario: Existen recetas más elaboradas, pero igual de ricas y saludables. Como fruta al horno, gajos de manzana con un toque de mantequilla de almendras, brownies, tortas de palta, cacao, harina de garbanzos, stevia. Y los clásicos panqueques de avena, plátano, canela y esencia de vainilla.

¿Y si quiero algo salado?

Puedes optar por el pop corn preparado en olla (es más saludable que el de microondas), un puñado de frutos secos (almendras, nueces, pecanas, pistachos), pan pita (deshidratado al microondas) con dip de palta, tallos de apio o rodajas de pepino con humus, encurtidos de verduras, queso fresco, aceitunas, mini Capresse, etc.

¿Y la comida chatarra?

Es común que se nos antoje una hamburguesa, frituras, etc. Estos platos son parte de un grupo de alimentos altos en grasas trans o saturadas, muy perjudiciales para la salud. En este caso, si no hay enfermedad que lo prohíba, la nutricionista sugiere que se consuman, pero muy eventualmente y que sean acompañados de agua, no gaseosas ni postres.

Opciones para reemplazar la comida chatarra :

Chips de zuccini: Son realmente deliciosos y fáciles de hacer. Colocas rodajas delgadas de zuccini con pizca de sal de maras y un chorrito de aceite de oliva en una fuente y al horno, déjalas hasta que se deshidraten y listo. Si deseas puedes añadir orégano u otra hierba aromática.

Ollas de cocción con aire caliente: Este electrodoméstico permite disfrutar de papas como si fueran fritas. Por otro lado, si no cuentas con este, puedes cuidar la cantidad de aceite que añades al momento de freir comidas.

 Salchipapas saludables: Con estas papas hechas con aire caliente y trozos de pollo podemos hacer un plato parecido a la salchipapa, pero en lugar del embutido incluimos el pollo u otra carne que nos aporta proteínas y hierro.

¿Y las cremas? podemos hacer mayonesa a base de yogur natural, la mostaza se puede consumir en cantidades moderadas y el kétchup lo puedes remplazar con una salsa de tomate casera.

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