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Antes del 2030 el 5% del parque automotor tendrá a la electricidad como fuente de energía

Business Empresarial.- En el Perú, se generan 14,700  toneladas de C02 y 32 toneladas de PM2.5 en ocho horas de tránsito vehicular, aproximadamente, y esa es la principal causa de contaminación del país, según el Ministerio del Ambiente, siendo la antigüedad de los vehículos y la calidad del combustible usado un agravante de esta situación. Si queremos mitigar los efectos del cambio climático, el desarrollo de una movilidad sostenible es un imperativo.

Al respecto, el gobierno peruano se ha planteado el objetivo de que, “al 2030, el 5 % del parque automotor consuma energía eléctrica, para lo cual se proyecta la instalación de 48 estaciones de carga que será realizada por empresas eléctricas, en varias ciudades del país, lo que permitirá acelerar el proceso de transición hacia la electromovilidad”, según señaló Daniel Cámac, Deputy Country Manager de ENGIE PERU y exviceministro de Energía en el Ministerio de Energía y Minas.

Sin embargo, aunque esta es una señal positiva, los avances en los aspectos normativos y de incentivos por parte del Estado son muy lentos si los comparamos con la urgencia climática, agregó. ENGIE PERÚ es uno de los principales generadores de energía del Perú y será parte del debate de la electromovilidad y la transición energética en Perú en ELECTROTRANSPORTE DIGITAL 2020 que se realizará los días 24 y 25 de setiembre.

Desafíos para Perú

En ese sentido, los verdaderos desafíos “vienen, por un lado, de la regulación y, por el otro, de la planificación de la red de infraestructura de carga. Este último, está en línea con las últimas iniciativas del Estado. Faltaría establecer la regulación necesaria para incentivar el ingreso de los vehículos eléctricos y la normativa para formalizar su tránsito. Paralelamente, fomentar alianzas públicas privadas que permitan la renovación de la flota de transporte masivo por una 100 % eléctrica constituiría un impulso importante”, dijo Cámac.

“Los países más avanzados en términos de electromovilidad utilizaron el transporte público como incentivo. ENGIE en Chile tiene una importante experiencia en este sentido, donde opera 100 buses eléctricos en Santiago con éxito”, añadió.

El especialista explicó que “el costo de un bus eléctrico estándar es de 40 % a 60 % más que un bus típico GTU/ Metropolitano convencional. Sin embargo, el retorno de la inversión se ve en un plazo de ocho años, debido a los ahorros que se generan con el uso de electricidad, en comparación con los combustibles fósiles cómo Diesel o gas natural”.

Por ello, recomendó que, con contratos de transporte público de largo plazo, este retorno es favorable. Actualmente, según las cifras de la ONG Luz Ámbar, hay más de 10 mil unidades de transporte público que tienen más de 20 años de antigüedad (entre buses, combis y coasters), que contaminan el medio ambiente. El reto es reemplazarlos con buses eléctricos.

Tarifas eléctricas competitivas para evitar los monopolios

El ejecutivo de ENGIE PERU indicó que ahora un paso fundamental para Perú, en términos regulatorios, es completar el decreto publicado en agosto, ya que está previsto otro año más de espera para contar con el reglamento técnico. Además, se podría trabajar en mayores incentivos, como implementar líneas de crédito con bajo interés, reducir los aranceles para los vehículos eléctricos y sus componentes vitales (motores, baterías, cargadores etc.) o dar beneficios tributarios a quienes los adquieran.

“Para impulsar una transición efectiva, sería necesario que los usuarios tengan acceso a tarifas eléctricas competitivas, actividad que se tiene que desarrollar en competencia, por lo cual es imprescindible que se dicten las medidas necesarias para garantizar estas condiciones y evitar los monopolios”, destacó Daniel Cámac.

Asimismo, “los usuarios eléctricos, cuya actividad sea el servicio de carga de vehículos eléctricos, deben ser considerados como usuarios libres para que puedan aprovechar las condiciones del mercado de suministro eléctrico y brindar tarifas competitivas a los usuarios. Para la condición de usuario libre, se debe considerar la suma de la demanda de todos los puntos de suministro de dicho usuario”, manifestó.

En esa misma línea, el representante de ENGIE PERU indicó que las municipalidades juegan un rol importante en la transición hacia la movilidad eléctrica porque pueden actualizar su normativa para incluir el servicio de la carga de vehículos eléctricos, para efectos de brindar las autorizaciones (cuando sean necesarias) y que se realicen las supervisiones.

Además, es importante que se otorguen precios preferenciales de estacionamiento o se exoneren del pico y placa a los vehículos eléctricos, medidas que ya implementan nuestros países vecinos para fomentar el uso del transporte eléctrico. “Debe concretarse una hoja de ruta interinstitucional con planes y roles bien definidos para la implementación de la electromovilidad y su posterior supervisión”, dijo.

ENGIE en Perú y Latinoamérica

La firma ENGIE tiene como estrategia mundial acelerar la transición energética hacia una economía neutra en carbono. “En Perú, somos el precursor y promotor principal de la movilidad eléctrica. Hace poco más de dos años, tomamos el liderazgo con la puesta en circulación del primer bus eléctrico para el transporte urbano y, desde entonces, hemos desarrollado distintos proyectos piloto: Primer bus eléctrico para el sector minero, primer taxi eléctrico en Arequipa, primeros buses eléctricos para llevar gratuitamente a personas a la playa, durante el verano, en el norte de país, primer auto eléctrico supervisando una concesión vial, entre otros”.

“Actualmente, nuestro bus eléctrico está por entrar en un nuevo proyecto piloto con una empresa de consumo masivo, y tenemos segundo bus que estará también en servicio pronto”, manifestó el Deputy Country Manager de ENGIE PERU.

Agregó que también han incorporado vehículos eléctricos en sus áreas de servicios y sus operaciones en Chilca, además, su empresa de servicios también integró camionetas eléctricas para sus operaciones de mantenimiento y, antes de la cuarentena, pusieron a disposición de sus colaboradores de Lima bicicletas eléctricas para sus movimientos diarios.

En el caso de Latinoamérica, afirmó Daniel Cámac, “en Chile tenemos más proyectos de electromovilidad desarrollados, con la primera flota de taxis y buses eléctricos operando para la Red Metropolitana de Movilidad, en Santiago. La financiación total de esta flota de 100 buses eléctricos partió de una iniciativa de ENGIE para la cual reunimos a los operadores de transporte y les propusimos un acuerdo para renovar la flota. Además, participamos en el desarrollo de infraestructura de carga, gestión eficiente del servicio de carga y somos el proveedor de energía. En México, estamos también presentes con una flota de 14 camionetas eléctricas para logística”.

 

 

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